01 enero 2006

Fin de año. ¿Y cual podía ser si no el post de hoy?


Es la noche de fin de año.
Todo el mundo está preparándose para celebrar la entrada del año del
perro con alegría.

Hemos tomado las uvas con Vanessa justo a tiempo antes de que se
durmiera. Lo sé no me lo curro lo bastante como para que se quede
despierta, pero mi idea era irnos a Toulouse a casa de unos amigos y
celebrarlo todos juntos en alegría. Pero mira no ha sido así. Y la
verdad que me sabe mal.

Los vecinos deben de haber sacado el cotillon todos al mismo tiempo:
las paredes rezumban del pitido y los gritos en masa después de las
doce campanadas.

Debe ser una fiesta de alguien muy joven a juzgar por el nivel de
decibelios que traspasan la pared y por esa música electrónica que a
base de bajos me está contagiando las ganas de bailar.

Es el momento de los buenos propositos. De los deseos, de sacar las
ideas nuevas que se quieren realizar y borrar las que no se han dado
y las que literalmente nos han dado por el culo sin ninguna gracia.

No hay muchas cosas de las que me arrepiento de este año. Quizás la
que mas ha sido la de soñar constantemente a ojos abiertos, montando
castillos en el aire que un simple soplo de realidad tumbó sin
piedad. Lamento también no haber sido mas decidido y atrevido en
alguna que otra ocasión. La vida es perra y te da siempre una solo
oportunidad. Sólo una.
Es como con las chicas, si te equivocas con la primera frase, la has
cagado. Es inutil que la gente diga lo contrario. Quizás, si se
tienen muchos amigos en común, pueda que la vida de una extraña
vuelta (bastante inusual) y se propicie una nueva oportunidad y algo
pueda suceder, pero al final uno siempre sabe que ese primer día la
cagó y juega con desventaja.

Las horas pasan, los vecinos parecen dispuestos a seguir gritando
como locos en coro toda la noche. Y yo me pregunto: ¿Si tanto les
gusta sacar ese instinto animal, porqué no se ponen a follar entre
ellos como salvajes?

El otro día leía en un blog que un tipo había publicado durante meses
extractos de libros que en el mundo de las librerías y leyes del
marketing tenían mucho exito, sin decir nada y resulta que nadie le
hacía caso. Llegó a publicar un libro entero de esos que venden
millones de copias y nadie se fijó en la cualidad (expropiada, of
course) de su blog. Porqué carajo es tan diferente el mundo este de
los blogs?

Yo me encuentro en esta encrucijada entre el 2005 y el 2006 sin saber
bien adonde mirar. Quizás es la seguridad de que cualquier idea que
tenga de lo que va a poder suceder este año es en realidad una
proyección de un deseo. Al final, la vida se cuela entre deseo y
deseo haciendo aparecer posibilidades que no se habían evaluado y que
al final son las que se quedan.
Dicen que lo que nos queda es siempre el presente. Pues bueno, si
tengo que juzgar mi situación por el presente, no es nada que me haga
sentirme orgulloso. Quizás es por esto que me encuentro aquí
escribiendo este post, como a dar constancia de como me siento para
que quede un trazo de como voy a intentar mejorar.

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